Crónica de un día perfecto
Mayo 30, 04
El día comenzó de la misma forma que cualquier otro, sin embargo había un compromiso por cumplir y eso le daba un sabor especial. Hacia las 9 de la mañana, en el Auditorio de la Reforma se efectúaba la junta previa del concurso, fue ahí donde, sentado en una butaca me dí cuenta de lo que estabamos viviendo: un concurso con lo mejor de lo mejor durante estos 30 años de 'vida' del Festival Nacional de Rondallas en Puebla.
Los minutos transcurrieron lentos, y poco a poco se convirtieron en horas. 11 de la mañana en punto y se comenzaban a ver los primeros rostros nerviosos de los compañeros, cada uno con la ilusión dentro, con la responsabilidad a cuestas. En esta ocasión la puntualidad si se hizo notar, lo cual nos permitió la debida tranquilidad.
Un ensayo a capella, otro más con instrumentos... se acabó!!! Ha llegado la hora. Una vez en el tunel los pequeños incidentes de otros grupos nos retrasaron la presentación, hasta que sin darnos cuenta ya estabamos en escenario, con la voz y el corazón unidos a un mismo compás. Aplausos. Gritos. Felicitaciones.
Luego, la calma, la espera interminable. Por fin, después de tanta espera se escuchó en el Auditorio la presentación de la última rondalla, y con ello, el inminente final del evento. Los jurados se van a deliberar... los jurados regresan, hablan, discurren... ¿qué secretos guardan en sus mentes?, ¿qué nos tiene preparado el destino?
-Mención: Nocturno de Amor...
-Mención Honorífica:
Y el silencio se hizo eterno. Lo sabíamos, al conocer esa mención conoceríamos al primer lugar, nuestros ojos fijos a lo que saliera de los labios del jurado, hasta que por fin habló...
-Del Estado de Puebla, la Rondalla...
Hubo abrazos, felicitaciones, risas y una pequeñisima espera.
-Primer Lugar: Rondalla Clásica de Puebla.
Y estalló la emoción, los gritos, la satisfacción... estabamos felices, y no era para menos. Fue entonces cuando recibimos las sinceras felicitaciones de los compañeros rondalleros, de los jurados, de los organizadores. No se hicieron esperar las fotografías, las porras, la alegría se desbordaba.
Mas tarde pudimos disfrutar de una comida, de una agradable plática, de compartir nuestras impresiones, nuestro sentir. Festejamos y nos sentimos felices de poder disfrutar estos momentos como grupo, el momento ya pasó, ahora es tiempo de seguir trabajando, pero ya con la motivación que nos da esta buena actuación.
Agradecemos de antemano a todos aquellos que nos apoyaron, aquellos a los que tuvimos que privar de nuestro tiempo, nuestra presencia y ahora sólo podemos decir: Valió la pena!!!